El día que se haga el inventario de las amables sorpresas, generosos gestos solidarios y notables aventuras creativas que hicieron más llevaderos estos tiempos de pandemia, figurará con toda seguridad el “Balcony Tour” del guitarrista y compositor argentino.
Fue una verdadera folie, una idea loca, que Tomás Gubitsch llevó a cabo, con la complicidad de Noé, su hijo violinista: compartir cada día a las 20 horas durante prácticamente todo el confinamiento francés (17 de marzo - 11 de mayo), 53 temas musicales de una muy ecléctica playlist en la que Eleanor Rigby se encontró con La Javanaise, la Sarabande de Bach con el Volver de Gardel y el Round Midnight de Monk con Los libros de la buena memoria del “Invisible” Luis Alberto Spinetta.
Naturalmente, en tiempos de confinamiento la gira solo podía ser...estática. Fue así como una de las ventanas del departamento familiar se transformó en el improvisado escenario de las 53 soirées de Balcony Tour.
Conversamos con Tomás para que nos comentara qué lo llevó a emprender la insólita “gira” a la que, desde sus propios balcones y ventanas, los vecinos asistieron con un indisimulado entusiasmo a la cita cotidiana de las 20 horas.